miércoles, 28 de mayo de 2014

Las 10 cosas más odiadas de Nadia

                                            MIS 10 COSAS MÁS ODIADAS

-La falta de respeto: La personalidad y costumbres de una persona son lo que más tendemos a odiar todo el mundo, así pues la creencia de superioridad que demuestran algunas personas infravalorando a otras es una de las peores cosas que pueden existir.
-Las mentiras: Suele decirse que cuando te mienten lo odias porque te sientes engañado, en mi caso, lo odio porque es renunciar a la verdad, que es de lo que te compones, y por mucho que las adornes y conviertas verdades como puños en mentiras bien contadas que engañan a los demás, nunca te engañarás a ti mismo, y solo te centrarás en lo que piensen los demás, ocultando quién eres, o cómo fueron los hechos de la disputa que tuviste antes de ayer por el mero hecho de quedar bien.
-Las muñecas de porcelana: Siempre son protagonistas en las películas de terror, además tienen una rigidez y expresión antinatural, por lo que no transmiten buenas sensaciones.
-Los días demasiado calurosos: Nos quejamos durante todo el invierno de las tormentas que hay y el frío que hace, pero cuando llega el verano y en pleno agosto son las seis de la tarde y todavía estamos a 40ºC no nos hace mucha gracia, pues no podemos disfrutar de la calle, pero tampoco estamos del todo cómodos metidos en casa achicharrándonos debajo de un ventilador a máxima potencia.
-El desprecio hacia los libros: Hay personas que afirman quedarse dormidos con solo leer una página, pero yo pienso que en verdad no se atreven a seguir leyendo, por si les gusta y terminan siendo motivo de burla de unos pocos necios a los que les pasa lo mismo. Lo que ignora la gente que desprecia los libros es que son una de las únicas formas que tenemos de transportarnos a otra dimensión, escapar de la rutina e incluso viajar en el tiempo; por lo menos, una de las maneras más cercanas y fáciles que tenemos.
-El color rosa chicle: La mayoría de las veces se impone el color rosa como signo de tranquilidad, paz y perfección, pero hay un tono de rosa que realmente puede llegar a ser muy hortera, transmitiendo todo lo contrario a lo anteriormente dicho.
-Los chicles pegados debajo de las mesas: No hay nada mas ordinario y asquerosamente repulsivo que los chicles que pega la gente debajo de las mesas. Existiendo papeleras, la gente todavía no ha encontrado otra distracción mejor durante las clases, la espera en una recepción y cosas por el estilo, que sacarse el chicle de la boca, con babas y todo, y pegarlos debajo de la silla o mesa más cercana a su posición, proporcionándole una desagradable sorpresa a la persona que lo vea.
-Los perros pequeños: La gente suele comprar perros pequeños porque son más cómodos para tener en una casa pequeña, pero solo para los propietarios, porque las demás personas, ya sean vecinos, gente que se encuentran por la calle étc, tienen que soportar los insoportables ladridos que te hacen llegar a pensar que ese dicho perro se ha tragado un silbato y que luego se te quedan grabados en la memoria durante días.
-Las personas manipuladoras: Hay personas tan envidiosas que no tienen otra opción que manipular a la gente de su alrededor para llamar la atención, y por si no fuera poco, culpan a otra persona del disgusto de las personas a las que hace daño.
-La manía de algunas personas de cambiar de sitio tus cosas: No hay nada más estresante y frustrante que el hecho de que alguien que misteriosamente se declara inocente, cambie de lugar tus cosas. Simplemente porque son tus pertenencias y viola tu intimidad, quién sabe si moviendo un libro va a descubrir otra entrada oculta a la cámara secreta de Harry Potter, o lo que es más probable, que necesites algo urgentemente y no lo encuentres.

Nadia Bravo Ponce 2ºESO-B

1 comentario:

  1. ¡Ah, las muñecas (y más las de porcelana)! Como se lee en cierto libro:

    Presa soy de las muñecas.
    Siento en sus miradas huecas
    la verdad de un gran misterio.
    Hay vida en las hojas secas.
    La broma siempre va en serio.

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