viernes, 1 de febrero de 2013

Concurso de sueños: Tarde perfecta (Mar Sánchez)


De lo buena que soy, soy tonta, eso dicen todos. Me encariñé hace tiempo con el novio de una amiga, le escuchaba, hablábamos, e incluso nos llamábamos. Confié en él como en nadie y cuando lo dejaron, fue como si yo ya no existiera, y me duele.

Estoy de camino a su pueblo, bajamos un rato para dar una vuelta, nos aburrimos en el nuestro. Bajamos del taxi, pagamos y nos pasamos la tarde dando vueltas, nada especial. Cuando se acerca el momento de irnos de vuelta a casa, llamamos de nuevo al taxista para quedar con él, quedamos en el mismo parque donde nos dejó. Cuando llegamos, le veo a él sentado en un banco con un amigo, como sé que no querrá hablar conmigo sigo a lo mío con mis amigas mirando de vez en cuando. De repente oigo que dice mi nombre, me está llamando, a mí. Me levanto del banco y nos acercamos el uno al otro, no hacía más que temblar. Cuando estamos enfrente, cara a cara por fin, le miro y me abraza fuerte, yo, claramente le devuelvo ese abrazo igual de fuerte. Es reconfortante recibir tal abrazo de alguien que pensabas que ni se acordaba de ti. No nos soltamos hasta pasados cinco minutos. No dijimos nada, los hechos hablaban por sí solos, solo sonreíamos. Era feliz.

Por una vez en la vida sentí que lo que das, lo recibes. Todo lo que he hecho por él, todo el cariño que le he dado, me ha sido devuelto esta tarde, al saber que no se ha olvidado de mí, como yo creía.

Cuando llega el taxi, me acompaña hasta él y me promete que volveremos a hablar. Cierro la puerta y nos despedimos con la mano, yo desde el coche y él desde fuera. Al final arranca el coche, y comprendo que ha sido la tarde perfecta, aunque no haya hecho nada físicamente, sentimentalmente me he llevado mucho.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho. La verdad es que en un relato tan corto, esta chica es capaz de trasmitir mucho sentimiento. Practica, Mar Sánchez, pues tienes talento y puedes dar mucho juego. ¡Ánimo!

    ResponderEliminar
  2. El componente emotivo es el ingrediente esencial de los sueños. Si nos resistimos (y hacemos bien) a dejarnos convencer por los que nos presentan el sueño como una especie de 'escritura automática' del cerebro, una rutina de mantenimiento que solo sirve para hacer tiempo o desfragmentar archivos, es porque, literalmente, soñamos con lo que nos importa: el sueño toma sus personajes y temas de nuestra 'lista de asuntos pendientes' (deseos, temores, experiencias traumáticas o simplemente intensas) y nos ofrece una posible lectura del asunto o asuntos elegidos, poniéndolo en relación con otros contenidos análogos tomados de nuestros recuerdos.

    ResponderEliminar