domingo, 10 de febrero de 2013

Concurso de sueños: Tengo un sueño (Cristina Pino)


En un mundo en el que solo habito yo ocurren sueños y pesadillas; pesadillas como esta.

En el momento en que me quedé dormida aparecí en un pueblo oscuro, tenebroso y lúgubre en el que no se veía a nadie ni a nada por la calle. Todo estaba muy solitario, manejado por unos seres inhumanos y crueles cuyas reglas eran insoportables. Nadie podía salir a la calle, entonces me tuve que refugiar en una casa enorme, pero desgastada por fuera y por dentro. Apenas pasaron quince minutos y aquello se me hizo inaguantable. Me encontraba sola sin nadie con quien hablar, sin nada con lo que entretenerme, excepto acurrucarme en una esquina del salón esperando a que todo esto pasara; pero no ocurría. Decidí salir, a pesar de las consecuencias. Los diez primeros minutos todo parecía tranquilo, hasta que apareció un no sé qué cubierto de pelo, babeando y con una cabeza de oveja, que parecía estar devorándola. Yo me horroricé y sin saber qué hacer me desmayé. De repente desperté. Eran las tres de la madrugada, y me dispuse a dormir tranquilamente, aunque no fue así; aparecí en ese mismo instante ya consciente. Una vez más me asusté, pero esta vez salí corriendo y apareció otro bicho raro; me encontré rodeada de monstruos. Me puse a llorar como una histérica. Un instante después escuché la voz de mi madre y vi a los monstruos alejarse; desperté. Resulta que tenía que ir al colegio. Dando gracias a esto, abracé a mi madre. Ya no tengo miedo de las pesadillas, porque sé que alguien estará para salvarme de todo peligro, tanto en mis sueños como en la vida real.

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