jueves, 27 de octubre de 2011

lunes, 24 de octubre de 2011

EL PAÍS DEL FIN DEL MUNDO


Hola: esta semana os quiero recomendar un libro de humor. Aunque la temática es de ciencia ficción -es sobre MUNDODISCO,un mundo medieval de magos, soldados, la muerte dando paseos,... sobre 4 elefantes grises que descansan sobre una tortuga gigante por el universo-, luego lo que importa es lo divertido de los pensamientos e ideas de los personajes y los líos inventados por el autor para este entretenido mundo literario (ya lleva muchos títulos publicados; pronto habrá más libros de bolsillo... si los pedís). Un saludo. DAVID Lengua

jueves, 20 de octubre de 2011

Edipo soviético


Uno de los libros más notables de nuestra Biblioteca es el Edipo Rey de Sófocles, una obra a la que intentamos hacer justicia en la asignatura de Literatura Universal, que podéis cursar en 2º de Bachillerato. Su protagonista, Edipo, es un héroe que lucha por establecer la justicia y averiguar cuál es la verdadera naturaleza de las cosas. En esa investigación le aguarda, sin embargo, una pesada sorpresa: los dioses han decidido que Edipo cometa, sin saberlo, dos de las acciones más horrendas que puede llevar a cabo un ser humano...

La historia de Edipo se ha analizado desde muchos puntos de vista y ha inspirado muchísimas obras de arte, tanto literarias como musicales y pictóricas. Hoy vamos a recordar cómo la enfocó Vladimir Propp, un gran folklorista soviético, del que también puedes encontrar en la Biblioteca su gran obra Las raíces históricas del cuento popular.

*

Uno de los folkloristas más influyentes del siglo XX es el soviético Vladimir Propp (1895-1970). En su obra Morfología del cuento popular (1928) demostró que los narradores de cuentos maravillosos (cuentos de hadas, fairy tales) siguen siempre, inconscientemente, una pauta o patrón, el mismo para todos los cuentos. Por tanto, estos no son creaciones autónomas, sino variaciones de un único esquema: la historia comienza siempre con una pérdida o catástrofe (la princesa es raptada, llega una peste, el sol desaparece del cielo), que da pie a la intervención del héroe protagonista. Éste emprende su misión, en el curso de la cual entra en contacto con el Donante: un personaje (un animal, una bruja, un difunto…) que le somete a una prueba (lucha con él, le hace preguntas, le encarga una misión complicada) y que, una vez superada ésta, le da ayuda y/o un objeto mágico. Logra así llegar hasta el antagonista (un mago malvado, un dragón, el diablo), que es el culpable de la desgracia que ha caído sobre el reino. A veces, el Donante es un personaje femenino relacionado con el villano (su hermana, su hija…) que, aunque al principio se enfrenta al héroe, acaba enamorándose de él y le revela algún punto débil del villano. Durante el combate, hay un momento en que el héroe parece derrotado, pero finalmente se repone, de forma sorprendente, y logra derrotar a su enemigo. Después, se dirige al reino con el bien precioso que el villano había secuestrado (una princesa, un objeto mágico, un tesoro), pero en el camino tiene que afrontar nuevos problemas: alguien (el villano, sus servidores) le persigue; un traidor se lo roba y se presenta en la corte como si fuera el verdadero héroe. Cuando el protagonista llega lo hace de incógnito, sin revelar su verdadera identidad. Se encuentra al usurpador ocupando el lugar que le correspondería, y debe desenmascararlo. Para ello, pasa una prueba que demuestra sin lugar a dudas que es él quien ha vencido al villano (por ejemplo, saca de un zurrón su cabeza). Finalmente, es reconocido, se casa con la princesa y sube al trono.

Muchos de estos elementos (Propp los llama funciones) pueden faltar, hay secuencias que pueden repetirse dos o más veces, y algunas funciones pueden ser sustituidas por otras —pero el esquema esencial problema-héroe-solución siempre es el mismo, y también el orden de los factores. Propp resumió su análisis en una larga expresión algebraica, que podemos comparar con un programa informático, lleno de expresiones del tipo (if…., goto…). Inventarse un cuento de hadas nuevo es como jugar una nueva partida en un juego milenario. El narrador tiene que dar nombres a los personajes y elegir en cada encrucijada la opción que mejor le venga (por ejemplo: ¿con qué pérdida iniciar el cuento? ¿Un mago maligno llega a la corte, hechiza la princesa y se la lleva consigo? ¿Un dragón llega al reino y destruye con su aliento flamígero los campos, exigiendo víctimas humanas para no destrozarlo todo? ¿Una extraña maldición hace que la magia deje de funcionar en el reino?).

Aunque Propp limitó su análisis a los cuentos de hadas rusos, el esquema que descubrió está también presente en infinidad de novelas, películas, cómics, etc. No es nada nuevo: desde pequeños sabemos que todas las historias de buenos y malos se parecen mucho entre sí. Por ejemplo: un grupo de terroristas (el villano) secuestra un edificio lleno de personas (pérdida); un policía de incógnito (el héroe) se encuentra por casualidad entre los rehenes; roba un arma y se esconde en los conductos de ventilación del edificio, hasta lograr localizar al jefe de los terroristas; en más de una ocasión parece que va a quedar derrotado (le hieren, le acorralan…), pero finalmente logra desarmar al enemigo y liberar a los rehenes. Sin embargo, a última hora un jefe de policía ambicioso le arrebata la gloria, presentándose en los periódicos y en la televisión como el responsable de la victoria… hasta que el héroe lo desenmascara hábilmente y lo deja en ridículo.

Los creadores de los librojuegos y los juegos de rol han tenido también muy en cuenta la obra de Propp. Unos y otros pueden considerarse variantes en vivo del esquema que él describió. Incluso se han creado páginas web en las que se puede generar automáticamente todos los cuentos que uno quiera, con sólo determinar qué elementos (funciones) de los fijados por Propp se van a combinar (http://www.brown.edu/Courses/FR0133/Fairytale_Generator/home.html; http://www.stonedragonpress.com/wicca_201/vladimir_propp/oral_tradition_00_a.html).

Aunque se le recuerda sobre todo por haber fijado este arquetipo o esquema formal de lo que es un cuento de hadas, Propp también se ocupó del contenido, al que dedicó otro gran libro, Las raíces históricas del cuento popular (1946). Según él, las narraciones populares sólo pueden entenderse aplicando la doctrina marxista según la cual la infraestructura (la manera en que está organizado el trabajo y la vida diaria dentro de una sociedad) determina y produce la superestructura (la cultura, las creencias, el arte). Los cuentos populares (entre ellos, la historia de Edipo) nacen para describir aspectos importantes de la vida del pueblo. Sin embargo, la correspondencia entre las condiciones socioeconómicas y lo que pasa en las historias no es directa y transparente, sino dialéctica. Cuando las condiciones de vida de un pueblo cambian (por ejemplo, cuando pasa de ser nómada a ser sedentario, o de vivir en palafitos a vivir en cabañas, de vivir en las montañas a vivir en la llanura) no descarta sin más los cuentos que tenía, sino que los adapta. Por eso, los cuentos tiene que ver con las condiciones actuales de vida del pueblo, pero también con condiciones que se dieron en el pasado pero ya no son válidas. Este tipo de compromisos entre el presente y el pasado es el que genera, según Propp, muchos de los elementos maravillosos y sorprendentes de los cuentos.

Dentro de las narraciones populares, Propp se interesó especialmente por la leyenda que nos ocupa. En su libro Edipo a la luz del folklore (1944) propuso una interesante interpretación de la misma. Según él, la historia de Edipo surge de la mezcla de dos formas distintas de organizar la sucesión dentro de un sistema monárquico:

1. En la primera, más antigua, el trono va ligado a la hija mayor del rey (sistema matrilineal). Por eso, el trono queda en manos de alguien externo a la familia: el yerno del rey.
2. En la segunda, más reciente, hereda la corona el hijo mayor del rey (sistema patriarcal).

En el cuento de hadas típico, el sistema de sucesión es matrilineal: el héroe llega a un reino donde hay problemas, los soluciona y recibe a cambio la mano de la princesa, convirtiéndose en heredero del trono. A veces, la sucesión aparece suavizada: el rey se queda con la mitad del reino y da la otra al héroe, su yerno. Otras veces, es muy violenta: el rey, celoso, se opone al héroe con todas sus fuerzas, y al final el héroe tiene que matarlo.

El cuento de Edipo surge cuando se superponen en una sola las dos historias: Edipo gana el trono de Tebas porque es el héroe que mata al monstruo (esfinge) y se casa con la princesa (Yocasta) [sistema matrilineal]; pero al mismo tiempo era de todas formas el heredero, porque era el hijo del rey y estaba destinado a sucederlo a su muerte (que él mismo provoca).

sábado, 15 de octubre de 2011

LAS TRAMPAS DE LA MENTE

Hola: me quiero estrenar este año en esta nuestra blog de la biblioteca para comentar el último ensayo que he leído -ya casi acabo una novela...- sobre cómo nos engaña la mente cuando actuamos a diario. Es LAS TRAMPAS DE LA MENTE, de JOSEPH T. HALLINAN, edit. KAIROS, 2010
El autor nos explica que tendemos a elegir el lado derecho -o izquierdo, si somos zurdos-, por lo que es útil dirigirse a la izquierda en los supermercados, para no esperar cola...
También está demostrado que cuando pensamos que una respuesta puede ser incorrecta y la cambiamos, la puntuación aumenta... pero que casi nunca la cambiamos; preferimos la primera opción (¿pasará igual con el amor a primera vista?)...

Un saludo y hasta la siguiente visita a la biblioteca
DAVID -Lengua

jueves, 13 de octubre de 2011

El Quijote y la música (I). Rocinante


Estos días, con motivo del estreno de la película El Capitán Trueno y el Santo Grial, sobre el legendario personaje de cómic inventado por Víctor Mora, se ha recordado en buena hora la estupenda canción que el grupo Asfalto dedicó al héroe en su primer disco, publicado en 1978.

Aquel disco, sin duda el mejor del grupo, contenía otro clásico, relacionado en este caso con el libro del que nos hablaba en la entrada anterior Marisol: se trata de Rocinante, una balada agridulce e irónica que propone un final alternativo a la obra de Cervantes. En vez de recuperar la cordura en su lecho de muerte, Don Quijote sobrevive, aunque quizá para mal: se deja espabilar por Dulcinea y abandona la vida del caballero andante para convertirse en un comerciante de medio pelo. Solo Rocinante (que en esta versión tiene algo de Clavileño y Pegaso, legendarios caballos alados), que se ha refugiado en un valle de paz, al otro lado de la eternidad, mantiene el recuerdo y la conciencia de los ideales que llevaron a Don Quijote a abandonar su aburrida vida de hidalgo. En él subirá el cantante, decidido a retomar el viaje infinito donde lo dejara Alonso Quijano.

Así sonaba Rocinante en el disco de 1978, con un arreglo insuperable; y así podemos apreciarlo en una versión en directo, bastante apañada, del año 1987:

martes, 11 de octubre de 2011

La novela favorita de...


Ya son dos los profesores que se animan a compartir con nosotros uno de sus libros favoritos. A ver si adivinas (antes de llegar al final) quién nos habla esta vez...

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Aunque podría incluir títulos mil, como Cien años de soledad, Demian (H. Hesse), La cena secreta (J. Sierra), La ciudad y los perros (Vargas Llosa)... me quedo especialmente con uno, y no por ser considerado como el mejor por parte de la crítica y por una buena parte de lectores, sino por ser el libro que me abrió nuevos horizontes y un camino para descubrir una afición que siempre me estuvo latiendo pero que permanecía en letargo desde mi curso de COU: el TEATRO.

Y ¿cómo es esto?, te preguntarás. Te explico.

En un lugar de Extremadura, de cuyo nombre sí quiero acordarme —Cáceres—, no ha mucho tiempo una joven recién estrenada profesora de Lengua y Literatura quiso pisar las tierras que pisó el hidalgo con sus alumnos del Instituto Hernández Pacheco, pero subvención no había; entonces ... ¿qué hacer? Conseguir esa ayuda monetaria con un montaje teatral y he ahí que inicio mi andadura, acaso quijotesca por lo ilusoria y ardua, y me embarco en la creación de espectáculo tras espectáculo desde Maribel y la extraña familia (M. Mihura), La venganza de don Mendo (P. Muñoz Seca), Pic-nic y El Triciclo (F.Arrabal), Eloísa está debajo de un almendro (E. Jardiel Poncela), El sueño de una noche de verano —W. Shakespeare— (tres versiones), Niebla (Unamuno), Seis personajes en busca de autor (L. Pirandello), un recorrido por nuestros clásicos (De sátiras, burlas y otras andanzas -recopilación de textos del Arcipreste de Hita, La Celestina, Lazarillo, Don Quijote —¡cómo no!—, Góngora, Quevedo...), un homenaje a nuestros autores del 98...

Aquella deseada excursión manchega se realizó gracias a la ayuda de cuantos asistieron al singular evento —singular por lo catastrófico ante mi impericia y la de mis alumnos y la escasez de recursos— y me hizo disfrutar no solo de aquellas tierras junto a mis pupilos sino de cuanto acarrearía: el conocimiento y disfrute de personalidades confusas y admirables, situaciones absurdas y divertidas, historias trágicas y mágicas, y hasta delirantes y tormentosas cuando esta experiencia "escolar" me conduce a lo amateur y la participación en certámenes y consecución de premios, con montajes de más alta envergadura: El arquitecto y el emperador de Asiria (F. Arrabal -de nuevo-), La muerte y la doncella (A. Dorfman), Walter Negro, el asesino casual (J.L. Esteban)...

Por todo lo expuesto, puedes comprobar que fue Don Quijote quien me impulsó a soñar, descubrir, experimentar, sufrir —¡qué traicioneros y maravillosos son los nervios!— y gozar. Sí, GOZAR, con mayúsculas, por esa magia que conlleva el TEATRO: el aplauso; ese reconocimiento de un trabajo hecho con todo el cariño y esfuerzo de una profesora de Lengua y Literatura que desearía que sus alumnos del Augustóbriga pudieran disfrutar en algún momento de sus vidas, si no en carnes propias, en ajenas, para disfrutar, descubrir, soñar...

VIVA Y VIVE EL TEATRO.

Marisol García

jueves, 6 de octubre de 2011

El famoso impermeable azul de Leonard Cohen


Hoy Elena Flores, de 2ºC de Bachillerato, nos habla sobre un libro y una canción:

A) El libro a tratar se titula: El Consuelo de Anna Gavalda, a modo de introducción comentaré un poco la biografía. En 1992, gana el premio France Inter con La plus Belle lettre d’ amour. Mientras trabajaba como periodista, publicó en 1999 una colección de relatos cortos con el título de Je voudrais de quelqu’un m’ attende quelque part, que tuvo gran éxito de críticas y ventas en Francia. Escribe El Consuelo, publicado en el año 2010, del que comento un poco el argumento: Charles Balanda tiene 47 años y una vida más bien triste a pesar de ser arquitecto, su familia está separada y la muerte de Anouk, una mujer muy importante en su vida años atrás, hará que los recuerdos afloren desde lo más profundo, una historia de amor que cambiará el destino de los personajes, manteniendo el equilibrio entre la alegría y la tristeza. Personalmente he leído el libro y lo escogí para este trabajo porque alude a bastantes canciones y títulos de estas. He escogido una concretamente porque me parece un punto clave del libro, puesto que la gran distancia entre su hija y el protagonista desaparece en ese momento, hace verdadero hincapié en ello, dedicando dos páginas a comentar la siguiente canción: Famous Blue Raincoat de Leonard Cohen, poeta, novelista y cantante canadiense. Algunos gustos musicales de la escritora del libro son September song, de Fran Sinatra, Chet Baker, del que también hace alusión un par de veces a lo largo de la novela, Neil Hannon, etc. Destaco también la alusión a otros escritores, como Oscar Wilde, Port Bredy… O a otros artistas como Man Ray, Gio Ponti, Cardel… (Pág. 456 del libro)

B) La canción a tratar es
Famous Blue Raincoat, de su disco Songs of love and hate. Este tema se introduce cuando Charles (protagonista) y su hija caminan por la calle juntos, pero a una gran distancia realmente. Su mp3 dejaba oir otra canción de Cohen y Charles, recordando a su cantante favorito, inicia la conversación mostrándose efusivo por el buen gusto musical que tenía su hija.
¡A mí esa canción me volvía loco! ¡Loco! Creo incluso que me cargué la cinta a fuerza de rebobinar para oirla una y otra vez… (pág. 25 del libro)
Ríen juntos mientras él le cuenta que le dio la tabarra a su padre para que le comprase un impermeable Burberry’s, lo tiñó de azul y fue un completo desastre. Cohen se estaría riendo de él, dice. La letra de la canción realmente tenía que ver mucho con toda la historia personal del protagonista, dice la canción: […] Ahora vives para nada ni nadie, confío en que conserves algún tipo de recuerdo, refiriéndose a él mismo y a su hija, la cual parece una extraña. […] Y cuando mi mujer volvió a mí, era la esposa de nadie. […]. Nuestro protagonista tenía problemas con su mujer, apenas se hablaban y sabía que tenía amantes, el trabajo de Charles le hacia viajar y estar siempre fuera de casa, por ello dice: Tú habías estado en la estación, esperando cada tren y volviste a casa solo. […] Menciona también: Tu famoso abrigo azul ahora está gastado, refiriéndose a su juventud y a la alegría, que se esfumó, y mi gran abrigo está viejo. La canción fue escrita por Cohen tras robarle la mujer a un amigo, él se pone en la piel del amigo y le perdona (es decir, se perdona a sí mismo). A día de hoy no se sabe si fue su amigo o hermano.



Elena Flores García, 2ºC de Bachillerato

lunes, 3 de octubre de 2011

Tolkien y la música (I): La Dama Se Esconde


Como bien ha visto Irene, el libro por el que preguntábamos en la entrada anterior es El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien: un libro que en su día, por situarse al margen de las corrientes principales de la literatura inglesa, fue considerado un capricho literario, pero que constituye hoy el clásico por excelencia de la fantasía épica. Tolkien, eso sí, ha tenido muchos imitadores pero ningún heredero: sólo George G. Martín, con su monumental Canción de fuego y hielo, puede considerarse un contendiente serio al trono (y aun tendrá que pasar tiempo para ver si su saga cuaja o no).

Hemos preguntado a Nacho Goberna, el autor de las canciones de La Dama Se Esconde, sobre su pasión tolkieniana. Esto nos responde, en exclusiva para este blog:
Sí, así es. Admiré, y sigo haciéndolo, a Tolkien. Lo descubrí a mis 17 años. Encontré en casa una edición de bolsillo, en inglés, de "The Hobbit", pertenecía a mi hermano mayor, y a partir de ahí me empapé de todos sus escritos. Pasé de vivir aventuras con Bilbo Baggins a hacerlo con Frodo Bolsón. Recuerdo que me hizo mucha gracia la traducción del familiar apellido en las ediciones en castellano. Canciones como las que citas quise que reflejaran dicha admiración mezclándola con mi manera de ver las cosas, de vivir el mundo que me rodeaba, con los ojos ávidos de asombro, decidido, ya entonces, no, no dejaría jamás de ser un niño, seguiría reivindicando siempre el poder reconfortante y sanador, de los cuentos y la fantasía. Y el gris, el gran mago al que siempre apelé y apelo en momentos turbulentos. Magnífico Tolkien. Mi libro favorito es "El Hobbit", el único escrito de él que no me gusta es "Silmarillion". ¡Un saludo!
Entre las primeras canciones del grupo, además de Amenazas (1986), están El pastor de árboles (sobre Bárbol), Aventuras y El gris (sobre Gandalf), que formaban la cara A del mini-LP Avestruces (1985). Pero no son las únicas: en discos posteriores, encontramos también pinceladas medioterráqueas. Cerrando el círculo, la primera canción que publicó el grupo (El cielo azul, 1984) y la última (Magia, 1993) son sendos homenajes al maestro Tolkien.

Así suena El gris:

Ojos profundos, viejos son.
Largos caminos, tú y yo.
¿No lo conoces? Es el Gris.

Historias cuentan, largas son.
Son mil palabras en su voz.
Ya sabes que no mentirá,
mi niño duerme, duerme ya.

Sabes bien
que irá
hacia el este, hacia el sur y tú.
Él por ti
luchará,
ríos, bosques, lagos de cristal.

Sus dientes brillan sin cesar,
reflejan tiempos que vendrán,
¿es que no tienes ilusión?

Mira las nubes, tú lo ves,
hay dibujado un gran halcón,
fiel mensajero es del Gris.